El tratamiento de la PC se basa en dos principios fundamentales:
- Plasticidad del Sistema Nervioso Central, propio de todo cerebro inmaduro y que permite reestructuración de sus funciones con carácter vicariante de las zonas afectadas por la lesión causal de la PC.
- Enfoque sintomático de la clínica detectada y con capacidad de adaptación coyuntural a la progresividad del síndrome neurológico.
Los objetivos terapéuticos esenciales han de ser:
- Atención selectiva a los problemas clínicos específicos del proceso, con el fin de minimizar o paliar su sintomatología
- Desarrollo y optimización de las capacidades residuales operativas
- Equipamiento técnico compensador de las discapacidades
Como respuesta al complejo síndrome de la PC se necesita un equipo multiprofesional en el que participan neonatólogos, neurólogos infantiles, pediatras, cirujanos ortopédicos, psicólogos y médicos especialistas en rehabilitación, responsables de la valoración, diagnóstico, tratamiento y seguimiento evolutivo de toda discapacidad, con capacidad de coordinar al grupo auxiliar de fisioterapeutas, logoterapeutas, terapeutas ocupaciones y ortopedistas.
La metodología terapeútica debe establecerse conforme a la tipología de PC y las opciones están sometidas a imperativos de tipo histórico o conceptual. Métodos de Bobath, Vojta, Rabat, Doman, Temple Fay o Filadelfia están con mayor o menor éxito en el programa de tratamiento de la PC. Todas son útiles si se aplican con rigor científico y profesionalidad.
Al margen de la elección metódica, es importante subrayar determinados condicionantes de la eficiencia terapeútica, como:
- Precocidad, condicionada al despistaje del cuadro y que debe situarse alrededor de los tres meses
- Continuidad que debe ser imperativa durante los diez años de edad y posteriormente en caso de síntomas secundarios asociados, con objeto de prevenir deformidades, necesidades de medicina ortoprotésica, comicialidad, alteraciones respiratorias, etc.
- Implicación familiar para garantizar la existencia del programa al ámbito doméstico
La rehabilitación del niño o adulto con PC debe aspirar a alcanzar las mayores cotas de autonomía, comunicación, dominio del entorno y sociabilidad. Para ello el programa terapeútico globalizado debe incluir Educación Especializada, Asistencia Social y Planes de Integración Laboral, amén del apoyo legislativo estatal que garantice sus derechos como personas en condiciones de igualdad.
Esta información ha sido recopilada y elaborada por el departamento médico de ASPACE Salamanca
Dr. J.M. Blanco Pedraz