El tratamiento de la PC se basa en dos principios fundamentales:

  1. Plasticidad del Sistema Nervioso Central, propio de todo cerebro inmaduro y que permite reestructuración de sus funciones con carácter vicariante de las zonas afectadas por la lesión causal de la PC.
  2. Enfoque sintomático de la clínica detectada y con capacidad de adaptación coyuntural a la progresividad del síndrome neurológico.

Los objetivos terapéuticos esenciales han de ser:

  1. Atención selectiva a los problemas clínicos específicos del proceso, con el fin de minimizar o paliar su sintomatología
  2. Desarrollo y optimización de las capacidades residuales operativas
  3. Equipamiento técnico compensador de las discapacidades

Como respuesta al complejo síndrome de la PC se necesita un equipo multiprofesional en el que participan neonatólogos, neurólogos infantiles, pediatras, cirujanos ortopédicos, psicólogos y médicos especialistas en rehabilitación, responsables de la valoración, diagnóstico, tratamiento y seguimiento evolutivo de toda discapacidad, con capacidad de coordinar al grupo auxiliar de fisioterapeutas, logoterapeutas, terapeutas ocupaciones y ortopedistas.

La metodología terapeútica debe establecerse conforme a la tipología de PC y las opciones están sometidas a imperativos de tipo histórico o conceptual. Métodos de Bobath, Vojta, Rabat, Doman, Temple Fay o Filadelfia están con mayor o menor éxito en el programa de tratamiento de la PC. Todas son útiles si se aplican con rigor científico y profesionalidad.

Al margen de la elección metódica, es importante subrayar determinados condicionantes de la eficiencia terapeútica, como:

  1. Precocidad, condicionada al despistaje del cuadro y que debe situarse alrededor de los tres meses
  2. Continuidad que debe ser imperativa durante los diez años de edad y posteriormente en caso de síntomas secundarios asociados, con objeto de prevenir deformidades, necesidades de medicina ortoprotésica, comicialidad, alteraciones respiratorias, etc.
  3. Implicación familiar para garantizar la existencia del programa al ámbito doméstico

La rehabilitación del niño o adulto con PC debe aspirar a alcanzar las mayores cotas de autonomía, comunicación, dominio del entorno y sociabilidad. Para ello el programa terapeútico globalizado debe incluir Educación Especializada, Asistencia Social y Planes de Integración Laboral, amén del apoyo legislativo estatal que garantice sus derechos como personas en condiciones de igualdad.


Esta información ha sido recopilada y elaborada por el departamento médico de ASPACE Salamanca

Dr. J.M. Blanco Pedraz