La hora de la comida es un momento con el que la mayoría de las personas disfrutamos. Creemos que comer es fácil, pero es un proceso muy complejo. Tenemos que tener en cuenta que no es lo mismo tragar (necesidad básica) que comer. Comer es disfrutar de una cena con nuestra familia, una fiesta de disfraces, un cumpleaños o, también, saborear un dulce y degustar un buen jamón de bellota. Por ello, debemos tener en cuenta tanto una toma de alimentos y líquidos satisfactoria como el factor social, afectivo y comunicativo. Cuando tenemos dificultades en la alimentación, todos estos procesos se ven alterados y pueden influir mucho en nuestra salud de manera importante: podemos perder peso,  estar más débiles y menos hidratados, estar más tristes… Cuando hablamos de la dificultad o imposibilidad de deglutir estamos hablando de Disfagia.

Para que, en el momento de la deglución, no haya ningún episodio de aspiración y/o penetración (parte del alimento entra en la vía respiratoria) de alimentos/líquidos y sea segura, debemos tener en cuenta la postura del usuario sentado con las piernas apoyadas, tronco y cuello recto, cabeza ligeramente flexionada hacia abajo y coordinando la respiración con el momento de la deglución evitando un atragantamiento con la caída del alimento. Si se tiene la cabeza en hiperextensión no favorecemos una ingesta segura y del profesional colocado de frente o al lado a la altura de sus ojos;  la textura de los alimentos (normal, semitriturada, triturada) y la consistencia de los líquidos con espesante (néctar, miel, pudding) siendo la especificada para cada uno de los usuarios, sin grumos y sin mezcla de sabores. Es fundamental estar bien hidratados e intercalar la toma de agua al principio, entre plato y plato y al final. Debemos comunicarnos con ellos anticipándoles qué es lo que van a comer y beber en cada momento, hablándoles y contándoles acontecimientos agradables para que el momento de la comida sea relajante y estando atentos a las expresiones faciales o movimientos corporales puesto que dan muchísima información.

El tratamiento con alimento y sin alimento irá dirigido a favorecer y mejorar la deglución a través de técnicas que mejoren la postura, la sensibilidad, tono, fuerza y movilidad de los músculos que están implicados en la masticación y utilización de espesantes, vasos y cubiertos adaptados, PEG….